Brainstorming, lo mejor para la creatividad
Dos chicas mirando post-its en la ventana

Brainstorming, la gimnasia favorita de la creatividad

Para superar retos y encontrar los caminos que conduzcan hacia una solución, hay que desarrollar la creatividad, articular ideas, comunicar mejor y generar nuevas estrategias. Cada vez más, las empresas buscan obtener soluciones con enfoques innovadores e ideas nuevas, frescas y creativas. Ante este escenario, la mejor técnica de ideación es el brainstorming.

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El ser humano busca ideas, soluciones y nuevos caminos ante determinados problemas. Es un ser racional, forma planes y representaciones en su mente para encontrar un resultado rápido y eficaz. Sin embargo, muchas veces esto supone un gran desafío.  

Encontrar soluciones efectivas y ver la luz entre los muchos tonos grises a los que una empresa se enfrenta, puede ser un reto para todo el equipo que trabaja en un entorno competitivo lleno de variables.  

Se tiende a pensar que existen personas más creativas y talentosas que son capaces de dar con una solución en un periodo de tiempo más corto. Pero todos somos creativos y debemos ser conscientes de que la creatividad, al igual que la elasticidad o el cardiohay que trabajarla. Cuanto más se ejercita y se pone en marcha, mejores son los resultados.  

Equipo de 5 personas en una mesa compartiendo ideas

La magia del brainstorming 

Esta herramienta fue ideada en 1939 por Alex Faickney Osborn, un publicista que demostró que un grupo de trabajo generaba más y mejores ideas si previamente se establecían unas normas de respeto y convivencia.   

De acuerdo con esta técnica, se rompen los condicionamientos habituales del pensamiento y se retroalimentan unas ideas con otras. En el brainstorming manda la cantidad por encima de la calidad. Todas las ideas son y deben ser bienvenidas. Cuanta más variabilidad se genere, más soluciones se obtendrán. ¿Cómo se prepara?  

Dos personas en una reunión con el ordenador

Esta perspectiva permite adentrarnos en caminos menos evidentes estimulando nuestra mente y no solo en una línea recta e intuitiva.

Icebreakers, liberadores de tensión 

Crear un entorno idóneo para desarrollar el brainstorming posibilita una mayor comunicación y participación entre todos. Para estimular el pensamiento lateral y quitar la tensión al comienzo de una sesión, algunos estudios y empresas realizan una serie de ejercicios para relajarse, entrar en modo alerta positiva y propiciar la participación. Esta actividad se conoce comúnmente como icebreaker 

Se presenta al equipo como un juego para ayudar a los componentes a conocerse mejor y, así, calentar el ambiente. Esta perspectiva permite adentrarnos en caminos menos evidentes estimulando nuestra mente y no solo en una línea recta e intuitiva. Es un proceso de pensamiento en el que se fomenta la creatividad. Normalmente duran entre 5 y 15 minutos, y sus beneficios de conexión son evidentes.  

La idea es que al ganar confianza, el brainstorming sirva para decir todo lo que se nos pase por la cabeza. Los icebreakers se caracterizan por:

  1. Abandonar la rigidez del pensamiento.
  2. Estimular la agilidad mental.
  3. Dar paso a un estado de agitación.
  4. Hidratar el cerebro para afrontar momentos de estrés creativo.
  5. Y crear «team atmosphere».

Para llevar a cabo esta actividad, se pueden realizar diferentes ejercicios. Uno de ellos es cuestionando problemas cuya resolución requiera de un pensamiento lateral: “¿Cómo se puede pinchar un globo sin que se escape el aire y sin que el globo estalle?, “Un hombre arrastra su coche hasta pararse frente a un hotel. En ese momento descubre que está en bancarrota, ¿cómo lo sabe?” o “Un hombre entra a un bar y pide al camarero un vaso de agua. Nunca se habían visto antes. El camarero saca un arma de debajo del mostrador y apunta al hombre. El hombre le dice gracias y se va, ¿por qué?”.  

Otro ejercicio para activar el pensamiento libre e imaginativo y encontrar una o varias soluciones puede ser a través del dibujo planteando distintas situaciones: “En un folio hay 15 círculos, dibuja un elemento en cada uno de ellos aprovechando la forma” o “Hay 9 puntos en una hoja repartidos en tres filas. Sin levantar el lápiz, une los puntos con cuatro líneas rectas”.  

En ambos ejercicios, se valora especialmente el hecho de que todos los participantes logren ser originales en sus razonamientos alejándose de lo racional y esperable. Con la mente abierta, en definitiva, hay que ir más allá del problema y encontrar la solución. 

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Con la mente abierta, en definitiva, hay que ir más allá del problema y encontrar la solución. 

Las seis normas que deben cumplirse

Una vez relajado el ambiente y para que una tormenta de ideas sea exitosa, hay que asegurarse de que se cumplan seis normas: 

  1. Debe haber un moderador que ponga orden. Aunque no puede generar ideas, debe conocer bien el alcance y los objetivos del proyecto. Para ello, tiene que ser visto como alguien con autoridad y su carácter debe ser sociable, empático y abierto. Conducirá cada sesión de la reunión y procurará que no decaiga la energía para que se saquen de ahí las mejores ideas.  
  2. Antes de empezar esta técnica, deben quedar claros los objetivos de la sesión. A pesar de que, generalmente, todos estén familiarizados con la temática o el problema a resolver, es mejor empezar con una presentación del proyecto. En ella, se deben explicar las dinámicas que se van a seguir y los objetivos que hay que cumplir. Todo el equipo debe saber por qué está allí y qué se quiere conseguir. Por eso, es muy importante que queden claros los objetivos. Deben ser específicos para saber si al final de la sesión lo hemos conseguido o no.  
  3. Además, hay que definir un límite de tiempo. Aunque el equipo se sienta cómodo desde un principio, hasta llegar al pico de creatividad, cuesta arrancar y muy rápido se decae. Por eso es muy importante ir cambiando de dinámicas para mantener activa la mente. El moderador debe dejar claro cuánto durará la sesión (algunos autores hablan de entre 45 minutos a 2 horas) y debe ser consciente de que de 40 ideas, 1 saldrá buena. Normalmente, las primeras suelen ser las más predecibles. Por eso, cuantas más se exploren, mejor. Así, unas se construirán sobre otras y habrá más posibilidades para priorizar. 
  4. Es muy importante insistir a los participantes en que dibujen y cuanto más visuales sean mejor. El cerebro llega de esta manera a ideas a las que por lógica pura no hubiese llegado. Hay que dibujar y describir ideas para tener un abanico más grande. Cada idea se reflejará en un postity después habrá que jerarquizarlos por categorías. 
  5. A veces las ideas no tienen lógica, por eso no hay que juzgarlas. Hay que evitar cualquier presión, comentario o burla sobre su potencial. No es necesario explicar o justificarse, hay que dejar que vuelen por sí mismas. En varias ocasiones, las ideas de bombero pueden ser el principio de un proyecto. 
  6. Por último, es muy interesante traer a alguien de fuera del equipo que no esté condicionado. Si tiene “ojos limpios”, su objetividad puede ser útil para aportar ideas nuevas e interesantes.  
Mesa con papeles

Por todo ello, tanto la creatividad como la innovación y la diferenciación son elementos que toda empresa necesita y está en constante búsqueda. Si eres una de ellas y quieres conseguir sorprender a tus clientes y mejorar los resultados, utiliza esta técnica de ideación.   

 

¿Necesitas que te ayudemos con tu proyecto creativo y saber cuándo utilizar la tormenta de ideas? No dudes en preguntarnos