Prototipado: la base de una web única

Más allá de la venta

Con base en esta necesidad, en los últimos años han aparecido dos nuevos ámbitos de trabajo: diseño de experiencia de usuario (UX) y diseño de interfaz de usuario (UI).

Mientras que el diseñador UI se enfoca en el diseño visual y la apariencia estética de la interfaz de usuario, el diseñador UX tiene como objetivo mejorar la usabilidad, la accesibilidad y la satisfacción del usuario. Esto implica comprender las necesidades y expectativas de los usuarios, realizar investigaciones, crear flujos de usuario, diseñar prototipos y asegurarse de que la interacción del usuario sea intuitiva y eficiente. Y es que, dentro del diseño web, el prototipado es un paso fundamental para desarrollar exitosamente una web.

Un prototipo es una maqueta que sirve para presentar y simular cómo quedará una página web cuando esté terminada. El proceso va desde la composición y el diseño más básico hasta la definición del tipo de público y el objetivo de negocio. Se trata del primer paso para una buena experiencia de usuario (UX).

El proceso de prototipado consta de cuatro fases principales: boceto, esquema de página, propuesta gráfica y prototipo.

Boceto

El boceto inicial permite crear una primera composición con la estructura básica de lo que será la futura web. Mediante figuras geométricas simples, el diseñador debe ser capaz de plasmar, en términos generales, una composición clara y sencilla que represente los principales elementos de la web. En esta fase hay que dejar correr la imaginación.

Esquema de página

Es la versión digital del boceto. Se trata de una visión que, tal y como su nombre expresa, sirve para esquematizar todas las ideas del proceso creativo. En esta parte es importante definir bien los elementos más importantes y su ubicación, como, por ejemplo, la estructura de la home page, la página de contacto, la cabecera y el pie de página o la estructura base que tendrá la página de producto. Esta fase se trabaja en escala de grises para priorizar la estructura frente a la parte estética.

Propuesta gráfica

Una vez definida la estructura, ya se puede diseñar e introducir la estética de la marca. Esto incluye paleta de colores, tipografía, logotipo o imágenes. En esta parte del proceso se debe obtener una aproximación de cómo se verá la web terminada, pero es el diseñador UI el que se encargará de preparar a fondo esta parte, trabajando en la creación de elementos visuales, como botones, iconos, tipografía y colores, para garantizar una apariencia atractiva y coherente.

Prototipo

En esta última fase, se conectan las distintas pantallas para que el usuario pueda acceder a los contenidos de manera intuitiva y sencilla. Se realizan varias pruebas de usuario para conseguir el recorrido y las interacciones más agradables para el cliente.

Como ves, hay mucho trabajo detrás de una web, desde la conceptualización de la estructura hasta la implementación visual y funcional. Cada detalle, desde el boceto inicial hasta el prototipo final, es crucial para lograr una presencia en línea que no solo atraiga visualmente, sino que también brinde una experiencia de usuario excepcional.

En conclusión, el diseño web eficiente no solo se centra en crear una estética visual atractiva, sino que también garantiza una buena experiencia de usuario. La función del diseñador web desempeña un papel crucial en la creación de sitios webs que no solo cautivan estéticamente, sino que te invitan a permanecer y navegar de manera intuitiva. Es la manera de generar una experiencia completa que destaque en el competitivo mundo digital, ofreciendo un valor duradero a los usuarios.